Toyotomi Hideyoshi, nacido en el seno de una humilde familia de campesinos en 1537 d.C., ascendió hasta convertirse en una de las figuras más poderosas e influyentes de Japón.
¿Quién no conoce a Hachikō, el Akita inu que esperó a su difunto amo en la estación de Shibuya hasta su propia muerte? En Japón, Hachikō es una auténtica estrella local.